Cajas con cierre a presión
La caja de plástico resistente garantiza la protección de los productos más frágiles, reduciendo así los residuos.
El diseño listo para colocarse en la sala de venta simplifica la reposición, ahorrando tiempo y costes.
Su diseño encajable y apilable optimiza el espacio en camiones y almacenes, reduciendo los costes de transporte.
El plástico de calidad alimentaria protege los productos de las bacterias nocivas.
Su construcción ligera facilita el manejo, mejorando la eficiencia operativa.
Propensos al desgarro y al aplastamiento, lo que provoca mayores daños en el producto y mayores mermas.
Requiere manipulación adicional para la preparación y el apilamiento, lo que aumenta el tiempo de trabajo.
El diseño voluminoso ocupa más espacio, lo que aumenta los costes de almacenamiento y transporte.
Difícil de limpiar, lo que compromete la seguridad alimentaria.
Se vuelve más pesado y difícil de manejar cuando se expone a la humedad, lo que reduce su eficacia.